viernes, 9 de octubre de 2015

Buenos días mi princesa preciosa. Dios te bendiga.
Ha empezado este día y más que nunca necesitó de tu compañía, no tengo a nadie más para contarle mis dudas y mis miedos, solamente te tengo a ti.
Desde ayer he sentido lo que no he querido sentir y eso me tiene con la cabeza y el corazón destrozado.
Te Amo por siempre.

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